
A lo largo de los años, los estudiantes universitarios se han desenvuelto de diversas maneras según su contexto histórico, con lo que nos hemos podido percatar de una evolución o involución que ha surgido con respecto al ser universitario en Chile, pues este rol es completamente distinto hoy en día a lo que era hace pocos años atrás, siendo hoy el universitario un agente muy pasivo en la sociedad en comparación con sus antecesores, que puede ser explicado por diversos factores que lo afectan.
Por lo tanto es a través de este ensayo, que se quiere ahondar en este cambio, a favor de descubrir antecedentes y razones del porqué, describir las motivaciones de los estudiantes universitarios de hoy en día, conocer el contexto histórico de los universitarios de antes y los contemporáneos, y así poder dar a conocer la base de esta permutación. Todo esto a través de una investigación del contexto histórico del país, recopilación de información, y el desarrollo de opinión propia para generar nuevas visiones acerca del tema.
Abordar este tema debiera ser de interés de todo universitario, el conocer el cambio generacional y las consecuencias que trae consigo es de suma importancia para lograr un desarrollo más óptimo y concientizarse de que no todos los cambios son buenos, y que hay cosas del pasado que se debieran retomar para una mayor activación de los actores universitarios del hoy en día, y no me refiero a activación en el sentido de movimientos estudiantiles masivos, sino que al del día a día, a esa curiosidad del estudiante, su capacidad de ir más allá de lo visto en clases y de lo dado por el docente. Por lo mismo ¿Por qué los universitarios de hoy en día han tomado esta posición más pasiva ante el aprendizaje y la vida universitaria?
Hace algunos años atrás el estudiante universitario era una persona de estatus, no cualquiera podía acceder a tal beneficio, no sólo por temas económicos, pues igualmente personas de escasos recursos podían ser parte de la vida universitaria, sino también por temas de intelecto, el universitario era un personaje con sed de descubrimiento y conocimiento, ahondando en la pincelada de temas que le presentaban en las aulas de la universidad, era capaz de enfrentar y contradecir al docente porque tenía material y argumentación para hacerlo, se encontraba en un constate aprendizaje, aprehendía los conocimientos, los incorporaba a su vida. En resumidas cuentas estaba siempre en auto formación.
Sin embargo, hoy en día no es igual, el entrar a la universidad ya es casi una obligación, al que se tiene acceso sin importar el intelecto que se posea, pues hay universidad o instituto para todo ser y todo lo que desee tal ser. Por lo mismo, muchos llegan sin una claridad acerca de lo que están haciendo, y de que están forjando su futuro. Esto lleva a una pasividad de los estudiantes ante este poco conocimiento de su hacer, quedándose muchas veces con lo visto en clases y los textos básicos dados, generando muy poca discusión y retroalimentación en el aula,pues no se tienen argumentaciones firmes para poder enfrentar el conocimiento del docente.
Pero ¿a qué se debió tan radical cambio? Y eso es lo que intento esclarecer. A lo largo de la historia universitaria, el estudiante ha tenido que vivir grandes cambios, en un principio él no tenía ninguna influencia sobre la institución, pero con el paso del tiempo, y ante esta tan poco democrática manera de hacer universidad, los estudiantes se activaron para dar paso a una reforma que cambiaría la historia universitaria, logrando mayor participación de éstos, modernización, y democratización, llegando en algún momento, las universidades, a convertirse, como dicen Bernasconi y Rojas “en una suerte de versión concentrada de los conflictos políticos y sociales del país” (p.19) pero ya para 1973, con el golpe de estado, todo lo logrado por la reforma se derrumbó ante sus pies, volviendo a la antidemocracia anterior, borrando del mapa a algunas carreras, negando el pluralismo que fue alcanzado anteriormente y dejando fuera de su formación a muchos estudiantes . Luego en 1980 comienza el proceso de privatización de la educación, y de mucha otras cosas, con lo que, como dice Espinoza (2005), los servicios empiezan a verse como “comodidades”, administradas y producidas por privados, donde nacen nuevas universidades privadas que vuelven a generar más cupos, y con esto empiezan las competencias entre instituciones, donde se pierde mucho de universidad y se transforman más en empresas.
Con todo este hacer y deshacer por otros, en las formas de organización de las universidades, es claro que llevan a un cambio en los estudiantes a nivel personal. Tanta lucha por una democratización genera un mayor compromiso a nivel académico, pues son parte fundamental dentro de la institución, tienen derecho a voto, son personajes con peso social que no pueden decaer, pero tras tal derrumbe de sus logros, se manifiesta una gran desilusión, al verse con tan poca validez ante la institución. Ya no se toma el mismo peso a los estudios como lo era en el pasado, ahora se es un número más dentro de muchos.
Además se debe profundizar en el tema de la accesibilidad de la educación superior hoy en día, antes el que entraba a la universidad era el orgullo de la familia, o el intelectual con gran vocación sobre la carrera escogida, en cambio, hoy en día es una paso más dentro de nuestra educación, si queremos surgir necesitamos de un título, y con la amplia gama de universidades tenemos a donde entrar, con esto se suma el hecho de que terminando el colegio ya debes saber a qué te quieres dedicar en el futuro, lo que lleva que el estudiante muchas veces se equivoque, lo que genera la deserción estudiantil en las carreras universitarias en la actualidad.
Todos estos pasos tan acelerados de la sociedad de hoy , conllevan a errores, o sentimiento de obligación al estudio para responder a la familia, por lo tanto, ahora el estar estudiando una carrera no significa que sea la verdadera vocación, muchas veces es por surgir, o para cumplir con los padres, y gracias a esto se genera esta pasividad, pues ya la universidad se ve como un “colegio con mayor dificultad”, no todos los estudiantes toman con la misma seriedad el sacar una carrera, y al muchas veces, no ser la vocación de la persona, tampoco se generará un interés en ahondar más aún en el conocimiento, para generar una visión crítica frente a lo que se estudia.
Ahora debe tomarse en cuenta que esta visión no va en contra de la mayor accesibilidad que se ha generado en torno a la educación superior, sino que es un análisis con el cual se busca una relación entre los hechos contextuales con la actividad o pasividad estudiantil, pues hoy en día cuando un estudiante está realmente motivado por lo que estudia, se hace notar entre sus compañeros por su mayor conocimiento, pero lamentablemente, aquellos son muy pocos.
Quizás lo que sucede, es que hay una poca valoración ante la entrega de esta educación, al ser vista como un paso que uno debe cumplir dentro de su vida, como expone Patricia Pérez (2011)“ La vida universitaria es una etapa más dentro del ciclo vital de la persona”(p.85), y no como un paso que te hará crecer y forjar un mejor y más óptimo camino hacia el futuro.
En fin de cuentas podemos percatarnos como los hechos históricos pueden generar cambios a nivel personal y estudiantil, sin embargo, este ensayo no pretende ser una verdad, solamente es una mirada de las muchas que se les puede dar a este paso de la actividad a la pasividad estudiantil. Es una invitación a seguir profundizando en tan interesante tema, pues quedan millones de interrogantes dando vueltas ante su solución, tales como cambios urbanos que afectan al estudiante, o cambios en la organizaciones familiares, o como afecta todo el proceso de globalización de la sociedad, este acelerado crecimiento, el estrés social, y así hay muchos factores que pueden ser estudiados en torno a él.
Por lo tanto no hay que quedarse con esto, sino que hay que tomarlo, leerlo, analizarlo, criticarlo, y si se desea, pisotearlo para generar nuevos conocimientos y visiones para que, ojala algún día, se tenga una respuesta más clara y completa respecto a este tema, que nos converge a todos los estudiantes del hoy.
Referencias:
Bernasconi, A. & Rojas, F. (2003).
Informe sobre la educación superior en Chile: 1980-
2003. Santiago de Chile: IESALC / UNESCO.
Cifuentes, L. (1997). El movimiento estudiantil de la Universidad Técnica del Estado.
La
reforma universitaria en Chile.(pp.92-111). Santiago de Chile: USACH
Espinoza, O. (2005). Privatización y Comercialización de la Educación Superior en Chile:
Una visión crítica.
Revista de la Educación Superior, XXXVI, 41-60.
Pérez, P. (2011). Motivación y Elección de la carrera universitaria. En Kuhne, W. & Pérez, P.
(Eds),
Guía de apoyo psicológico para universitarios: Formación Integral y Autocuidado
(pp.85-94). Santiago de Chile: Vicerrectoría de Gestión y Desarrollo estudiantil,
Universidad de Santiago