
Con la música klezmer me zambullo ante esa conexión de blancas y corcheas que me envuelven, esos sonidos llenos de alegria que me llevan a otro lugar en vez del que me encuentro presente, su ritmo cambiante ante las diversas situaciones que nos lleva la vida, tal como el caudal de un río recorriendo largos valles de diferentes texturas y colores, climas y aromas, frios, calores, vientos, lluvias, todo tan distinto proveniente de una misma tierra... La expresión de cada sonido, la intervención de llantos y risas, es como una vida cotidiana mostrada de otro punto de vista, uno más vivo, más latente.
Y porqué me detengo a hablar de esto, porque nadie se da el tiempo de dejar a su alma sentir, todo avanza rápido, nadie se detiene a mirar el cielo, a contactarse con otro, de manera sincera, de manera real, todo es compromiso, todo es lo correcto, porqué lo correcto? porque no lo que nos nace...? deja salir tu yo más arcaico y siente... siente con cada parte de tí, mira al del lado, intenta adentrarte en su vida sin contacto alguno... pero no sigas caminando por las calles sin importar quien pase a tu lado, aunque sea por una sola vez en tu vida, hay que saber que uno no es sólo, y sólo no eres nada.
oh, todo un descubrimiento que ese tipo de musica se llamaba klezmer... siempre se aprende algo nuevo.
ResponderEliminaren una de esas te gustan tambien los taraf de haidouks, o el grupo chilenensis la mano ajena.
averiguare de los taraf de haidouks, a ellos no los cacho... pero la mano ajenaa me encanta pos orsvioo
ResponderEliminar